Compartir de los 40 años

Con motivo de la celebración de los 40 años de CVX, en nuestro espacio ACOMPAÑ-ARTE, contamos con el testimonio de dos personas que pertenecen a la CVX. Prado, que forma parte de la comunidad de adultos CVX Caná en Madrid y Alicia, que forma parte de un grupo de jóvenes en la CVX de Pamplona. Dos momentos vitales distintos, pero un mismo espíritu.

“La Comunidad de Vida Cristiana (CVX) celebramos durante el primer fin de semana de julio un encuentro festivo para conmemorar los 40 años de vida en España. Desde 1983, cuando se convocó la primera Asamblea Nacional constitutiva, en Carabanchel, hemos vivido nuestra vocación laica desde los valores y la espiritualidad de San Ignacio de Loyola.

El encuentro tuvo lugar en el Colegio Nuestra Señora del Recuerdo de Madrid de la Compañía de Jesús y se desarrollaron talleres, actuaciones musicales, actividades para toda la familia, y mesas redondas.

El hecho de contar con la participación de la Comunidad Padre Arrupe (CPA), que es la más joven de España, ha sido un regalo que está en sintonía con las palabras del administrador apostólico de Madrid, cardenal Carlos Osoro, en la misa final del encuentro: «Jesús tiene conciencia de que todo lo recibe del Padre. […] Nosotros podemos reconocer que todo nos ha sido dado».

Me emocionó especialmente durante la misa final los compromisos adquiridos por miembros de la CPA. Fue un impulso renovar desde la ilusión de personas más jóvenes mi propio compromiso con CVX. Encontrarnos con laicos comprometidos que nos aportan nuevas formas de aterrizar el evangelio en la vida ordinaria, nos anima a los que ya llevamos un tiempo en camino.

El encuentro ha sido también una oportunidad para agradecer nuestra herramienta más valiosa, los Ejercicios Espirituales. Hemos puesto el foco en el Principio y Fundamento de todo, que es sólo Dios. También recordar que Dios trabaja en todas las cosas, que toda nuestra vida debe consistir en amar y servir a Dios y que nos basta su amor y su gracia.

Es gran motivo para la esperanza de todas las comunidades locales, ver como gente joven (como la CPA) sigue atenta a la llamada de Dios. Yo he sentido profundamente en este encuentro un estímulo para seguir peregrinando, compartiendo el deseo de ser una comunidad de discernimiento al servicio de la Iglesia y las fronteras. Por otros 40 años cumpliendo el sueño de Ignacio: orientarnos a la mayor gloria de Dios, poniendo siempre en valor el impulso de las personas más jóvenes.”

Prado Díaz Ruiz, CVX Caná

“¿Qué ha supuesto para mí el encuentro de CVX con motivo del 40 aniversario de nuestra comunidad? No es fácil responder a esta pregunta, pero, sin lugar a duda, ha sido una experiencia que me ha ayudado a darle sentido a mi ser y estar en CVX.

Ha sido la primera vez que he participado en un evento nacional de CVX como miembro de la comunidad. Anteriormente, había participado en las asambleas de Salamanca y Pamplona como voluntaria y quizás, por eso, ha sido tan significativo para mí ese fin de semana. Gente a la que yo había mirado desde otra posición ahora se encontraba a la misma que yo: los dos miembros de CVX, cada uno en su comunidad… pero compartiendo misión y forma de ser y estar en el mundo. Me ha llenado de gratitud sentirme perteneciente a la comunidad.

Además, el fin de semana me ha abierto la mirada hacia CVX. Para mí, generalmente, el sentimiento de pertenencia a CVX se reducía como mucho a mi comunidad local de Pamplona. Lejos quedaba para mí entender y sentirme familia con la CVX nacional y, mucho menos, con la CVX mundial. Sin embargo, la acogida recibida, la presentación del libro de los 40 años en la que se hizo un breve recorrido de la CVX España, los testimonios sobre la misión, los diferentes campos de misión que se presentaron, el Espacio Europeo… me abrieron los ojos y me ayudaron a ver CVX como un movimiento global, conectado a nivel internacional.

Por último, pero no menos importante, el encuentro me sirvió para activarme internamente. Es increíble como el Señor se cuela en nuestra vida, nos motiva, nos incita a actuar, a conectar con otros y, sobre todo, nos invita a Amar. Sentarnos en la mesa con gente proveniente de distintas comunidades autónomas, con distintos oficios y campos de misión y sentir que nos conocemos de siempre es algo increíble y difícil de explicar. También me sentí invitada a buscar mi propio campo de misión y ponerme manos a la obra para intentar hacer este mundo un lugar un poquito mejor. La verdad es que con la presentación de los stands daban ganas de participar en todas las misiones… ahora toca discernir cuál es realmente la mía.

Gracias, a todos aquellos que hicieron posible el encuentro.”

Alicia Curto Sánchez,   CVX Pamplona

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