Como José, María y Jesús, aún hoy muchos hombres y mujeres se ven obligados a salir de sus casas y países con el sueño de una vida mejor. Muchos de esos migrantes son vecinos tuyos, compañeros de estudios o de trabajo…
Detente a contemplar sus vidas y a oír su historia. Comparte con ellos sus ilusiones y sueños.
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