Hoy acuérdate de tu madre, que abrió su corazón, su seno, su vida para acoger la vida de un hijo.
Dijo sí a lo desconocido, a lo que el futuro le entregaría en forma de niño.
A dejar de ser el centro de su vida para que lo ocupara una persona indefensa y completamente dependiente de ella.
¡Gracias, mamá, por un acto de amor tan grande!
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