«Desde que el ángel se me apareció, no puedo evitar que frecuentemente me asalten los miedos… ¿Sabré hacerlo bien? ¿seré buena madre?»
Imagínate que Dios te pidiese algo tan grande, cómo reaccionarías?
¿Eres capaz de sentir que Dios te acompaña en los momentos en los que una tarea, o la propia vida te supera?
Trata de recordar alguno en concreto, y da gracias a Dios por ello.
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