Una vez cumplidos los dos años en España, a la familia afgana que acompañamos se les terminó la ayuda del Estado y tuvieron que buscar una vivienda. Ahora tienen trabajo y un hogar gracias en parte al apoyo que hemos podido prestarles desde la comunidad.

En la comunidad esta experiencia de acompañamiento que asumimos entre las distintas CVX de España nos está permitiendo compartir las dificultades y alegrías que vamos encontrando gracias al cariño con el que nos han preparado las reuniones Mayte y Maria Alexandra. En el equipo de migraciones de Zaragoza nos está ayudando a concretar nuestras inquietudes y hemos constatado el interés y las muchas ayudas que surgen de los miembros de nuestra comunidad.

En este tiempo acompañándoles hemos conocido más de cerca la dura realidad de las personas obligadas a migrar huyendo de la guerra y ahora vemos las noticias de la tele con otros ojos. Es un acompañamiento que nos cambia un poco la vida a nosotros y a nuestro círculo más cercano, porque ahora ellos forman parte de nuestra vida.

Ali y Samira nos invitaron a cenar una comida típica afgana. En su casa nos quitamos los zapatos, pero por ser sus invitados comimos en la mesa, aunque ellos suelen comer en el suelo. Hay tantas cosas que hacemos diferentes y tantas cosas que nos unen, la sonrisa de los niños, el compartir mesa, leer un cuento, jugar, las dificultades del día a día, buscar a los niños al cole, cuidarlos y entretenerlos mientras se hace la compra, la comida… Una cena especial para un acompañamiento especial, somos afortunados de tener cerca de nosotros la frontera de un mundo tan diferente.

Equipo de migraciones de CVX en Zaragoza