El pasado sábado 23 de abril, asistimos a un retiro de oración que animó Fini Martínez, de CVX en Almería, bajo el lema “Pon tu cara, tus pies y tu palabra al servicio de la Pascua”. El encuentro estuvo estructurado en dos momentos de oración con un breve descanso en medio y un rato para compartir las mociones recibidas al final.
Para el primer momento de oración, se nos propuso rezar con el texto de Jn. 20, 11-18, en el que se narra el encuentro del Resucitado con María Magdalena. En los puntos, Fini nos animaba a detenernos ante el dolor por la pérdida y reflectir sobre nuestras propias experiencias de dolor. También, nos invitaba a contemplar la calidez de la llamada y a considerar cómo son las llamadas que sentimos y los signos de resurrección que vemos a nuestro alrededor. Asimismo, nos propuso mirar en nuestras vidas cómo son nuestras actitudes de anuncio: nuestras maneras de tocar, de oír, de hablar, de pensar… ¿se parecen a las de Jesús?
Como complemento a estos puntos, Fini nos invitó a sentir y gustar el poema que reproducimos a continuación y de cuyos versos tomó el lema para el retiro:
ENCUENTRO CON MARÍA MAGDALENA
Fue la primera en saberlo.
Y no por noticias de segunda mano.
Comenzaba con ella la experiencia
pascual
Jesús estaba vivo
Y la llamaba por su nombre: ¡Maria!
Ella hizo lo mismo:- ¡Maestro!
De nombre a nombre,
De persona a persona,
De discípula a Maestro,
La historia trágicamente rota
Comenzaba de nuevo.
De nuevo,
Pero también de otra manera.
Como Maestro, le decía Jesús:
-No me sujetes, no me detengas,
Lo que no pudo hacer la tumba,
No vas a hacerlo tú.
Aprende esto:
Yo he resucitado para todos.
Y le dijo también:
-No te sujetes tampoco
Tú a ti misma,
No pierdas un minuto en abrazarme
los pies.
Son pies para el camino.
¡Pues al camino los tuyos!
Anúnciales a los míos que estoy vivo.
Ya ti que te vean viva.
¡Alégrate, María!
No va a faltar quien os diga:
-No tenéis precisamente cara de creer
lo que rezáis:
Que resucitó al tercer día.
Os puede la pesadumbre
Que viene de la poca fe.
Por eso, María,
Pon tu cara,
Tus pies,
Y tu palabra
Al servicio de la Pascua.
Diles lo que tú has visto
Al otro lado de la cruz.
Jose Luis Blanco Vega, sj
El descanso dio oportunidad para disfrutar de un café y de la buena compañía de unos y de otros, así como para charlar de manera distendida de esta primera semana de pascua y de la vida en general.
Para el segundo momento de oración nos ofreció rezar con el texto de Mt. 28, 16-20, en el que se narra el encuentro de los once con el Resucitado en Galilea en el que lo adoraron, aunque no sin dudas. Fini nos planteó contemplar a los apóstoles dudando y considerar la duda como parte de nuestra fragilidad y de nuestro proceso de fe. Igualmente, nos animó a considerar, a partir del envío a los apóstoles, cómo sentimos que son nuestros envíos, de qué manera se concreta la misión en nuestras vidas.
También nos animó a leer un segundo poema de José Luis Blanco Vega SJ como complemento a los puntos:
SIN MORTAJA
Quien diga que Dios ha muerto
Que salga a la luz y vea
Si el mundo es o no tarea
De un Dios que sigue despierto.
Ya no es su sitio el desierto,
Ni en la montaña se esconde;
Decid, si os preguntan dónde,
Que Dios está sin mortaja
en donde un hombre trabaja
y un corazón le responde.
José Luis Blanco Vega SJ
Al finalizar los dos momentos de oración, los asistentes al retiro nos encontramos en la capilla del templo para compartir todo lo recibido en los momentos de oración. Las mociones compartidas fueron, en general, de consolación y de agradecimiento por el compartir de todos.
Por último, leímos juntos esta bonita plegaria en verso de José Luis Rodríguez Olaizola SJ:
Tu rostro en cada esquina
Señor, que vea…
…que vea tu rostro en cada esquina.
Que vea reír al desheredado,
con risa alegre y renacida.
Que vea encenderse la ilusión
en los ojos apagados
de quien un día olvidó soñar y creer.
Que vea los brazos que,
ocultos, pero infatigables,
construyen milagros
de amor, de paz, de futuro.
Que vea oportunidad y llamada
donde a veces sólo hay bruma.
Que vea cómo la dignidad recuperada
cierra los infiernos del mundo.
Que en otro vea a mi hermano,
en el espejo, un apóstol
y en mi interior te vislumbre.
Porque no quiero andar ciego,
perdido de tu presencia,
distraído por la nada…
equivocando mis pasos
hacia lugares sin ti.
Señor, que vea…
…que vea tu rostro en cada esquina.
Acabamos agradeciendo a Fini su buen hacer con la estructura y los puntos y a Mar Gil el cariño y la dedicación que siempre pone en la organización, la bienvenida y la logística.
Tuvimos presentes a todos los que habitualmente asistís a estos retiros que con tanto acierto se organizan desde la línea de Transmisión de la fe y Espiritualidad ignaciana de Misión Almería y que, por diferentes razones, no pudisteis asistir. Hasta el próximo encuentro, seguimos rezando los unos por los otros.
Rafa Quintana
CVX en Almería

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