Por segundo año consecutivo nuestro inicio de curso ha sido en Calpe, envueltos en los azules del mar y el cielo, con sus mejores matices de final de verano, que te ensanchan la mirada y el alma.
Un año más la alegría de encontrarnos con los CVX Albacete y entre ellos con Almudena, nuestra genial guía virtual desde hace ya dos años; con Ramón Correcher, asistente compartido y con los cinco niños de la comunidad; el tiempo ha pasado y ellos mientras, se han dedicado a crecer.
Y a crecer más les habrá ayudado el arroz que preparó Miguel Ujeda del que quedó constancia gráfica y no quedó ni un grano. También estuvo Encarna Rico de la comunidad de Adonai.
¡Qué saludable es reunirse!
Después de la comida y el café, los miembros de Tiberiades nos retiramos con Ramón y Almudena para dedicar un tiempo a dar gracias por tantas personas que han hecho, con su vida, que hoy seamos una comunidad. A modo de inicio de curso compartimos la imagen que cada uno tenía de Tiberiades hoy, tratando de mirar desde silencio, solo el presente, para ver qué podíamos aportar cada uno y que hay en nosotros y nosotras que dificulta su funcionamiento.
A partir de ahí, esperanzados, trataremos de discernir cual es el camino que el Señor tiene preparado para nosotros.
Mientras, podíamos sentir la brisa el espíritu, presente, acompañándonos.
Terminamos el día con una Eucaristía. Iniciamos la misma con las palabras que el Consejo envió.
De ser dos comunidades geográficamente alejadas, fuimos una, unida al resto de las gentes CVX.
“Señor, ayúdanos a avanzar; ábrenos el camino”
Patricia Merín
CVX Tiberiades en Alicante


Muy buen resumen. Gracias Patricia