¿No te ha pasado alguna vez que te apetece mucho una cosa? Comer algo, ver algún estreno, estar con alguien…
Para que algo apetezca necesitamos tener experiencias previas que nos abran los sentidos.
La invitación de Jesús de hoy es que estés con él. Que te apetezca su compañía. Que lo reconozcas como alguien importante en tu vida.
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