Benedicto XVI RECIBE a los miembros de la CG35

El Papa Benedicto XVI ha recibido esta mañana a los miembros de la CG35 de la Compañía de Jesús. A la espera de la traducción del discurso, reproducimos lo que la Revista Ecclesia indica.

Benedicto XVI, en su discurso, ha ratificado los contenidos de su carta del pasado 10 de enero dirigida al padre Peter Hans Kolvenbach en la víspera de su sustitución al frente de la Compañía. También ahora Benedicto XVI ha realizado una valoración muy positiva del “precioso servicio de gobierno” durante cinco lustros de Kolvenbach.

Servir en la frontera desde la fidelidad y la comunión
En su discurso, el Santo Padre ha llamado a los jesuitas a vivir con renovado entusiasmo y fervor la misión para la que la Compañía nació, revigorizando siempre su carisma fundacional: “La defensa y la propagación de la fe”.
En este sentido, Benedicto XVI recordó cómo la Compañía desde su nacimiento se puso al servicio del Romano Pontífice para realizar esta misión en todas las fronteras culturales, geográficas, religiosas y sociales de la humanidad. Unas fronteras que eran entonces sobre todo geográficas y que hoy son fronteras derivadas de erradas y superficiales visiones de Dios y del hombre.
Por ello, los jesuitas han de seguir sobresaliendo por su fe sólida y profunda, por su cultura seria, por su genuina sensibilidad humana y social. Han de ser de formados y han de crecer continuamente en una formación en virtud y en ciencia, sin contentarse con la mediocridad.

Una clara identidad que evite la ambigüedad
En la realización concreta de esta misión, los jesuitas se han empeñar por servir al Señor y a su Iglesia, adhiriéndose totalmente a la Palabra de Dios y desde la comunión a la verdad y a la unidad que de la doctrina católica en su totalidad lleva a cabo el Magisterio. Asimismo la Compañía ha de conservar siempre una clara y explícita identidad, de modo que el fin de su actividad apostólica no resulte nunca ambigua u oscura.
Al hilo de la meditación ignaciana de “las dos banderas” y tras describir brevemente las luces y las sombras del momento presente, Benedicto XVI ha reiterado su llamada a la Compañía de defender la doctrina católica en puntos neurálgicos donde ésta es cuestionada por la cultura secular: en particular, la percepción de la salvación de todos los hombres en Cristo, la moral sexual, el matrimonio y la familia. Esta defensa y sintonía con el Magisterio evita la confusión y el desconcierto del Pueblo de Dios.

La grandeza y belleza del cuarto voto
Es preciso también seguir reflexionando sobre el llamado cuarto voto de la Compañía, la obediencia al Papa. No significa solo prontitud para aceptar el envío a misiones lejanas, sino sobre todo sentir con la Iglesia y en la Iglesia, amar y servir al Vicario de Cristo en la tierra con una devoción efectiva y afectiva, ser sus preciosos e insustituibles colaboradores en el servicio a la Iglesia universal.
Benedicto XVI ha animado a los jesuitas a continuar en su trabajo en favor de los pobres, fruto de una opción evangélica, no ideológica. Asimismo ha insistido en la grandeza y originalidad del servicio jesuítico a través de los Ejercicios Espirituales, camino particularmente precioso para buscar y encontrar a Dios.
La Iglesia cuenta con los jesuitas, necesita a los jesuitas, da gracias por los jesuitas, siempre en espíritu de obediencia a la voluntad de Dios, a Jesucristo y que se convierte también en humilde obediencia a la Iglesia.

Lee aquí el discurso de Adolfo Nicolás sj y el de Benedicto XVI (en italiano)

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