Comunicado de CVX en España sobre la tragedia ocurrida en el Mar Jónico el 13 de junio

El martes, el mundo fue testigo de otro drama a las puertas de Europa. Un barco pesquero con cientos de inmigrantes a bordo se hundió en el Mar Jónico, dejando por el momento un balance de 79 cuerpos recuperados y 104 supervivientes. De acuerdo a las imágenes del barco tomadas por los guardacostas griegos y los testimonios de los supervivientes se estima que en el barco viajaban unas 750 personas, lo que deja unas cifras de desaparecidos escalofriantes.

Se habla de que es el peor naufragio en aguas europeas en lo que va de 2023. Y se hace balance del número de personas ahogadas en el Mediterráneo en lo que va de 2023: más de 500 solo en la ruta central, la que suele llevar a los migrantes desde el norte de África hasta el sur de Italia o Grecia. Más de 2400 en 2022. Más de 27000 desde 2014. Como siempre, corremos el riesgo de quedarnos en la frialdad de las cifras. En olvidar que detrás de cada número está la vida de una persona, brutalmente truncada. Y el drama de una familia que en muchos casos no puede recuperar el cuerpo y cerrar así su proceso de duelo.

Y, como siempre, surgen muchas preguntas. ¿En qué momento hemos normalizado que miles de personas mueran cada año tratando de llegar a nuestras costas? ¿Qué delito existe en buscar una vida mejor? ¿Hasta cuándo tiene que durar este sinsentido para que la sociedad y los dirigentes europeos tomen conciencia de que tiene que haber otra manera de gestionar las migraciones?

Esta tragedia en el Mar Jónico coincide con el pacto alcanzado por los ministros del interior de la UE para la reforma del sistema europeo de migración y asilo, que supondrá un endurecimiento en las condiciones para obtener refugio en Europa y facilitará los mecanismos de deportación a terceros países. En esta línea, la presidenta de la UE, Ursula Von der Leyen, ha propuesto esta semana ofrecer casi 1000 millones de euros a Túnez para que este país refuerce el control de sus costas y acepte la deportación a su territorio de solicitantes de asilo en Italia. Poco parece importar el respeto a los derechos humanos en los países donde la UE deporta solicitantes de asilo.

Desde CVX queremos expresar una vez más nuestro rechazo a estas políticas de exclusión y rechazo de la inmigración, que abocan a las personas a arriesgar sus vidas para intentar llegar a suelo europeo. Defendemos el derecho a migrar de cualquier persona. Pensamos que el foco no debe ponerse solo en acabar con las mafias, sino en establecer cauces legales para la llegada segura y ordenada de personas. Creemos que el ingente presupuesto que actualmente España y la UE dedican a vigilar sus costas y pagar a otros países para que controlen la salida de personas, podría utilizarse en mejorar los sistemas de acogida e integración de personas en los países de llegada.

Consejo Ejecutivo y Equipo de Migraciones de CVX en España

#ViasSegurasYa

*Imagen procedente de la Guardia Costera Griega

0 comentarios