CONVIÉRTENOS en un SALMO

Padre de Jesús,
Padre nuestro,
Padre de todos y cada uno de los hombres
que han sido, son y serán
a través de la historia.

Hoy tenemos ganas de cantar.
Conviértenos en un salmo para ti;
un salmo vivo, personal, con alma.

Que cada una de nuestras células
sea un verso estremecido,
y cada sentido de nuestro cuerpo
una estrofa llena de luz, de música,
de perfume, de sabor, una suave caricia
con ritmo de latidos.

Haznos un salmo de adoración y de júbilo,
de permanente acción de gracias,
inspirado e interpretado por el único Poeta,
por el Salmista eterno.

Haznos, Señor,
un salmo de tu Espíritu. Amén.
Ángel Sanz Arribas, cmf

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