Desde la Amazonía: “Sonidos de muerte y resurrección”

Por Lorena Pérez, voluntaria de CVX Ecuador enviada por la Comunidad Mundial en Leticia (Amazonas, Colombia).
 

“Hay que descender siempre al fondo para descubrir allí una nueva fuente de energía, para renovar la vida gastada y refrescar la vida reseca. La fuerza transformadora no se encuentra en la superficie en que vivimos sino en las profundidades. El camino hasta esas profundidades pasa por la confianza y la decisión, por el desprendimiento y receptividad. Yo no puedo seguir ese camino por decisión propia sino únicamente si soy llamado. Sólo el que escucha la llamada de la vida y la obedece puede encontrar la fuente de la vida en lo profundo”.

Anselm Grün, Una Espiritualidad desde Abajo.
 
 
Tiempo de cuaresma y pascua, tiempo de Muerte y Resurrección. Gracias a la dinámica de nuestra vida, gracias a la dinámica que tenemos como seres humanos espiritual o interiormente nunca estamos en el mismo lugar, estamos en un continuo movimiento que implica vivir momentos de alegría y gozos profundos, así como momentos de tristeza y soledad y otros de tiempo tranquilo. Así como el clima cambia de una hora a otra, de un día a otro, de un mes a otro. Mi tiempo aquí en esta Amazonía me va permitiendo percibir esos movimientos internos con más claridad, tal vez porque este lugar lo facilita, aquí el agua del río corre y nunca es la misma, aquí aún se puede percibir el sonido de la naturaleza a través de los brotes de plantas, de las flores, de los frutos, de un animal que nace y también los sollozos y gritos a través de un ave, un pez u otro animal que muere o de la tala de un árbol.
 
Es desde este contacto tan cercano con esta creación que Dios nos regala, que durante este tiempo de cuaresma y de pascua me ha ido permitiendo sentir desde lo más profundo de mí, la tristeza de mis limitaciones físicas, cuando ya he creído estar adaptada, me pican los insectos y mi cuerpo reacciona de manera diferente y se me inflama la pierna, mi mejilla se hincha y me duele porque crece una llaga en el interior de mi boca, aparece un dolor en mis dientes que me impide comer, cosas nada graves pero que hacen que me sienta frágil y que añore volver a casa para sentir y compartir el cuidado de mi familia.
 
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