María, he mirado hacia el cielo buscando tu rostro encontrar
al fin te encontré en un establo
entregando la vida a Jesús Salvador.
María, he querido sentirte
entre tantos milagros que cuentan de ti
y al fin te encontré en mi camino
en la misma vereda de Dios
Tenías tu cuerpo cansado
y un niño en los brazos.
María, me regalas la vida sin fin.
Ahora, mirándote,
te pido que acompañes a la CVX en España
en este proceso de preparación de nuestra Asamblea.
Porque si vamos contigo, si vienes con nosotros,
el camino es más tranquilo,
más sencillo, más confiado.
Dios te salve, María,
Sagrada María
Señora de nuestro Camino
llena eres de gracia
llamada de entre todas
para ser la madre de Dios.
El Señor es contigo
y tú eres la sierva dispuesta a cumplir su misión
y bendita tú eres, María.
0 comentarios