Ecos de la Asamblea en CVX en Sevilla: El Espíritu ha soplado

Este año hemos disfrutado en Sevilla de una asamblea comunitaria como hacía años que no vivíamos. Sin papeles, sin proyectos, sin bolígrafos ni casi reloj. El lema de la Asamblea era “Lanzados al Reencuentro”, y como bien presentó nuestro presidente al inicio, el objetivo era ese, reencontrarnos.

Y parece que la intuición que tuvo el Consejo de que hacía falta un espacio más afectivo que reflexivo, ha sido acertada. Después de dos años de pandemia sentimos que la Comunidad no es la misma y necesitábamos volver a lo básico, a la cercanía, al encuentro. Desde ahí se hizo la invitación a la Asamblea y se ha conseguido una gran participación de la comunidad, no sólo hoy con la presencia de un buen número de personas (en momento punta éramos más de 70, y convencidos que aquellos que no han venido, tienen una razón de peso), sino también en la preparación.

La danza contemplativa del inicio nos preparó para vivir el día en tono de agradecimiento a la vida, a nuestros compañeros de camino, a Dios por tanto bien recibido. Las dinámicas de presentación posteriores dieron paso a la risa, al abrazo, al juego y la diversión que hacía tiempo no vivíamos.

Posteriormente cada grupo presentó el motivo del nombre de su grupo. Fue un momento de reconocernos visualmente en cada grupo pequeño, de escucharnos desde dónde venimos. De compartir desde otro ángulo y cercanía. Los grupos Rutilio, Javier, Presencia, Frontera, Goa, Arrupe, Ruah, Vicente Cañas, Apertura, Esperanza y el recién creado Hugo Lasalle nos regalaron su imaginación y espontaneidad, cada uno a su estilo.

En el último momento de la mañana nos organizamos por grupos y nos preguntamos ¿Qué soñamos como comunidad? Palabras como Cuidado, acompañamiento, diversidad y frontera salían con mucha fuerza. Pudimos lanzar todas nuestros sueños en un cohete que nos llevará a ser una mejor versión de nosotros como Comunidad.

El momento de la comida (donde lo único que faltó fue la cerveza para seguir celebrando) fue entrañable. Abrazos, sonrisas, palabras de ánimo y cuidado.

Acabamos la jornada con una eucaristía de Acción de Gracias donde enviamos a las personas a los distintos campos de Misión en los que participan. Cantamos, agradecimos y nos fuimos a casa con el corazón grande y la sonrisa puesta.

Seguro que hay mucho mejorable, pero por ahora toca disfrutar de lo vivido hoy y confiar en que el Señor seguirá guiándonos en este camino, y que el Espíritu Santo siga soplando.

Teresa Alonso (CVX en Sevilla)

1 Comentario

  1. Macarena Serrano

    Pasamos muy buen día!! Muchas Gracias

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *