EL BAUTISMO

DEL EVANGELIO DE MATEO (3, 13-17)

Fue Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole:

– Soy yo el que necesita que tú me bautices, ¿y tú vienes a mí?.

Jesús le contestó:

– Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere.

Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo que decía:

– Este es mi hijo, el amado, mi predilecto.

Orar en Domingo:

“Tú eres mi Hijo amado, a quien he elegido”, por Hermann Rodríguez Osorio sj

“¿Quién es este hombre?”, por José Enrique Ruiz de Galarreta sj

“Imagen sana de Dios”, por José Antonio Pagola

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