El corazón desarmado y la humildad: herramientas necesarias para la reconciliación

¡Cuánto nos empeñamos en tener la razón! ¡Cuántas veces necesitamos demostrar a los demás que íbamos por el buen camino cuando decíamos aquello! Y qué a gusto nos quedamos… El deseo de tener la razón es un arma que solemos llevar incorporada. Y esto nos enreda y hace caer en esta necesidad, de manera que nos aparta de los demás y de nosotros mismos. 

Si realmente queremos transformar conflictos, tenemos que poner en juego nuestra persona entera, nuestra libertad y ponernos a disposición de la reconciliación dejando que nuestro yo más profundo conecte con la misión de Jesús. Con Jesús humilde, libre y dispuesto únicamente a llevar adelante la voluntad del Padre.

Cuando olvidamos razones y posicionamientos rígidos es cuando nos dejamos desarmar de la dialéctica y somos libres para ponernos al servicio de la misión de reconciliar desavenidos y de salvar la proposición del otro. Sólo así miramos al otro como persona y hermano/a. Con humildad y un corazón desarmado.

¿Estás dispuesto/a a desarmar tu corazón? ¿Quieres ser humilde y libre de la necesidad de tener la razón?

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