Seis semanas de trabajo real, del 10 de noviembre al 19 de diciembre, le han bastado al PSOE para liquidar la subcomisión encargada de estudiar la reforma del aborto. Prisas, muchas prisas y en el horizonte inmediato una ley de plazos con indicaciones y nuevos supuestos que todo apunta a que tendrá forma de anteproyecto antes de la primavera y podría ser aprobada en el Congreso antes del verano o, como muy tarde, en otoño.
Carmen Montón, portavoz del PSOE en la Comisión de Igualdad, aseguró que tras escuchar a 30 expertos -12 propuestos por su grupo, 12 por el PP y el resto por los minoritarios- «ha quedado claro que existe un debate que se está produciendo en la sociedad» y que afrontar la elaboración de una nueva ley es «una demanda social». Tal vez esta supuesta demanda es la que ha originado la precipitación y la urgencia a la hora de «despachar» esta subcomisión que, como denunció la portavoz popular, Sandra Moneo, «se ha cerrado sin que nos dejaran traer a más comparecientes como ya solicitamos, y sin poder pedir dos informes que considerábamos muy importantes: uno sobre el aborto y la adolescencia en Europa y otro sobre el síndrome postaborto».
Carmen Montón, portavoz del PSOE en la Comisión de Igualdad, aseguró que tras escuchar a 30 expertos -12 propuestos por su grupo, 12 por el PP y el resto por los minoritarios- «ha quedado claro que existe un debate que se está produciendo en la sociedad» y que afrontar la elaboración de una nueva ley es «una demanda social». Tal vez esta supuesta demanda es la que ha originado la precipitación y la urgencia a la hora de «despachar» esta subcomisión que, como denunció la portavoz popular, Sandra Moneo, «se ha cerrado sin que nos dejaran traer a más comparecientes como ya solicitamos, y sin poder pedir dos informes que considerábamos muy importantes: uno sobre el aborto y la adolescencia en Europa y otro sobre el síndrome postaborto».
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