El SUPUESTO “escándalo” del hermano del Papa… QUE NO ES

La prensa internacional ha cubierto masivamente el supuesto “escándalo” de la fiesta de cumpleaños que se estaría preparando para celebrar, nada menos que en la Capilla Sixtina, los 85 años del hermano del Papa Benedicto XVI, Mons. Georg Ratzinger, al exorbitante costo de 100.000 euros.
La información, publicada originalmente por la revista alemana Focus a instancia de la organización “Nosotros Somos Iglesia”, y luego difundida y comentada profusamente por los medios masivos en diversos idiomas, no sólo está cargada de imprecisiones, adjetivos y exageraciones; sino que omite información importante para comprender que el supuesto “escándalo”… es en realidad un montaje.
Este es el contraste entre lo dicho por la prensa internacional y la realidad:
Se dice: El hermano mayor del Papa, Georg Ratzinger, quiere tener una “fiesta de cumpleaños” por sus 85 años y para ello “le ha pedido prestada la Capilla Sixtina” a su hermano el Papa.
La realidad: La iniciativa no ha sido del hermano del Papa, sino de la diócesis alemana de Ratisbona (Regensburg) y no es una “fiesta de cumpleaños”, sino –como algunos medios sí han señalado– la interpretación de la Misa en Do mayor de Wolfgang Amadeus Mozart.
Se dice: La celebración es una excentricidad tanto por la naturaleza del evento como por el local, la Capilla Sixtina, “el lugar donde se elige a los papas y sus frescos los pintó Miguel Ángel”.
La realidad: Mons. Georg Ratzinger fue durante 20 años el director del coro y músicos de la catedral de Ratisbona. Ese es el mismo coro de músicos y voces que quieren rendirle un homenaje a quien los dirigió durante dos décadas. Eventos de esta naturaleza se han realizado con frecuencia en la Capilla Sixtina, que aunque sea “el lugar donde se elige a los papas”, está abierta diariamente por las mañanas para visitas del público.
Se dice: El dinero que costará el concierto, proporcionado por la diócesis de Ratisbona, será pagado últimamente por los contribuyentes alemanes, ya que “la Iglesia en Alemania es financiada en 80% por el gobierno”.
La realidad: El concierto no “costará”. El dinero ha sido proporcionado por la diócesis –como ha informado su vocero Jacob Schootz– en calidad de “inversión en el arte”. Schootz ha explicado que se ha planeado “la producción de Discos compactos y DVD con la interpretación de la Misa en Do mayor de Mozart y la venta de los mismos cubrirá el préstamo”. Conciertos similares no sólo han permitido recuperar las inversión, sino que han dejado beneficios. Además, el dinero que reciben las iglesias, tanto Católica como protestante en Alemania, no es “de los contribuyentes” en general. Cada ciudadano alemán puede escoger el destino que seguirá el 0,7 por ciento de sus impuestos: si a una iglesia o a organizaciones humanitarias. Si el ciudadano no marca ninguna casilla, la suma es dispuesta libremente por el gobierno. El gobierno distribuye a las iglesias exactamente lo que sus fieles aportan mediante este sistema.

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