Sin embargo, creo que si alguien te reconoce que sabes cocinar está reconociendo detrás de estas palabras muchos “ingredientes” que se han dado en nuestra reunión del fin de semana.
Primero, un buen cocinero prepara con cuidado y con mimo las mejores materias primas y los utensilios que va a necesitar. Desde nuestra llegada el sábado por la mañana hasta nuestra partida se nos acogió en el Centro Arrupe con todas las comodidades y la total disponibilidad de las instalaciones. Además, la comunidad CVX nos acogió con cariño en sus casas y nos abrió las puertas de sus familias y sus vidas.
En segundo lugar, el cocinero mezcla con tiento los ingredientes y lo hace siempre con orden y con paciencia. Llevábamos un orden del día intenso, pues queríamos cerrar nuestro programa de trabajo de los próximos cuatro años y preparar así una reunión ampliada del Comité con los presidentes, coordinadores de guías y asistentes locales para septiembre/octubre.
Sin embargo, pudimos combinarlo con un encuentro con el Padre Provincial, en el que revisamos con Paco Pepe el desarrollo del convenio; con un abundante y selecto almuerzo preparado por la comunidad de Sevilla (que nos permitió almorzar de nuevo al Comité al día siguiente); una acogedora eucaristía y un paseo con cena por la ciudad; y, por último, una sobremesa de domingo en la Casa Mambré cercana y familiar.
Y, por último, un buen cocinero decora con esmero sus platos pues sabe que la vista también es importante a la hora de animar a degustar sus platos. Muchos han sido los gestos de cariño que hemos recibido este fin de semana cada uno de nosotros, por parte de CVX y de la Compañía de Jesús, de ahí que sea de justicia que este Comité les agradezca y les corresponda con estas líneas, con estas fotos y con el reconocimiento público de que en Sevilla, la cocina es todo un arte.
Marme García Peña
Coordinadora Regional CVX en Andalucía y Canarias
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