
Pasará a la historia por ser el responsable de haber mejorado en sus diez años de obispado las históricamente tensas relaciones entre su Iglesia y el Vaticano. En 2001, Christodulos recibió la primera visita de un pontífice católico a Grecia tras el gran Cisma de 1054, sellada por la petición del Papa Juan Pablo II de perdón por los pecados cometidos por católicos contra ortodoxos a través de los siglos.

Sin embargo, el arzobispo era muy criticado por la izquierda liberal de su país, que lo consideró un reaccionario, aunque en los últimos meses de su vida logró reconciliarse con algunos de sus críticos.
Elección del sucesor
La santa sede de la Iglesia Ortodoxa griega se reunirá hoy en forma extraordinaria para decidir sobre los detalles del funeral y de la elección de su sucesor.
Según la tradición, el entierro se celebrará el miércoles próximo y la elección de un nuevo arzobispo debe de efectuarse dentro de los próximos 20 días.
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