
En la actualidad, están implantadas en España 294 congregaciones femeninas y 104 masculinas, distribuidas en 6.703 comunidades, cuya vitalidad está dinamizada por 642 superiores mayores, también llamados, en general, provinciales. Las Religiosas alcanzan casi las 38.000 personas, mientras que los Religiosos se mantienen en unos 11.500 entre sacerdotes y no sacerdotes. En conjunto, más de 48.000 hombres y mujeres de muy distintas edades, a quienes hay que añadir en justicia 15.200 consagrados que trabajan en países extranjeros, tantas veces en situaciones absolutamente límites, como tantas veces evidencian los medios de comunicación social. Alrededor de 1.100 personas están en el proceso de formación, en espera de formular sus Votos Perpetuos e incorporarse, así, a sus respectivas congregaciones. Ellos y ellas son, como es lógico, el futuro de la Vida Religiosa en España, y de su adecuada formación y no menos experiencia de la vida dependerá que sus respectivas congregaciones sean capaces de pronunciar palabras significativas para sus conciudadanos creyentes y no creyentes.
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