Del Evangelio de Marcos ( 13, 33-37 )
Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento. Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele; velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada. No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos. Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!
Orar en Domingo:
– Comentario de José Enrique Ruiz de Galarreta sj
– “Manténganse despiertos y vigilantes”, por Hermann Rodríguez Ossorio sj
– “Una iglesia despierta”, por José Antonio Pagola
– Espera de amor, vigilia afanosa, por Xabier Pikaza
0 comentarios