Del Evangelio de Marcos (1; 1-8)
Comienzo del Evangelio de Jesús, el Mesías, Hijo de Dios. Conforme está escrito en Isaías el profeta: “Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino. Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas”, apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados. Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. Juan llevaba un vestido de pie de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre. Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo».
Orar en Domingo:
– Testigos de la luz, por José Enrique Ruiz de Galarreta sj
– Una voz grita en el desierto, por Hermann Rodríguez Ossorio sj
– Confesar nuestros pecados, por José Antonio Pagola
– El Adviento es Juan Bautista, por Xabier Pikaza
0 comentarios