Estamos llamados a vivir nuestra vida como contemplativos en la acción, descubriendo que Dios habita toda nuestra realidad, también la realidad en conflicto, y no se cansa de trabajar por la reconciliación.
La mirada contemplativa es aquella capaz de penetrar la realidad como es, sin apariencias que la disfracen, dejándonos afectar y transformar por ella.
Como cristianos estamos llamados a contemplar la realidad de la violencia con ojos nuevos que transmitan esperanza, sabiendo que la violencia no tiene la última palabra.
Dedica esta semana a fijarte detenidamente en las personas con las que te cruzas en el día a día. Míralas de manera especial, sabiendo que son un regalo de Dios para ti y escucha sus anhelos, sus sueños, sus preocupaciones. Ponlas delante del Señor en tu examen al final del día.
¿Contemplo la realidad y discierno los signos de los tiempos para descubrir la reconciliación como llamada de Dios?
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