Oración preparada por Marisa de la Comunidad del Salvador

Jesús, junto a los pastores de Belén, quiero ofrecerte mis mejores regalos:
Te entrego mi vida para que en tus manos no se aparte de ti.
Te entrego a mis padres, para que de ti aprendan a querer y a dar lo mejor de ellos mismos.
Te entrego a mis profesores para que además de las asignaturas, me enseñen lo que de verdad importa: paz, amor, ilusión, cariño, confianza…
Te entrego a mis amigos, que como yo, queremos ser tus amigos y conocerte cada vez un poco más.
Gracias, Jesús, por todo lo que me das.
Jóvenes
Desde el corazón, quiero ofrecerte lo mejor que tengo:
mi cariño para repartirlo con lo que están a mi alrededor,
mi alegría para que nadie esté triste,
mi generosidad para que a nadie le falte nada.
Desde el corazón,
te pido para que me ayudes a una persona responsable y atenta a las necesidades de los demás.
Que me ayudes a ser apoyo y ayuda para los que me acompañan: amigos, compañeros de clase y familiares.
Que en el camino de la vida nunca les falte una sonrisa, una palabra de consuelo, una mano amiga que les ayude a caminar
Te doy gracias Jesús, por todos ellos, y por las cosas que comparto.
Gracias por todos los bienes que me das Adultos
Te ofrezco, Señor, mis pensamientos,
ayúdame a pensar en TI,
te ofrezco mis palabras, ayúdame a hablar de TI,
te ofrezco mis obras, ayúdame a cumplir TU voluntad,
te ofrezco mis trabajo, ayúdame a colaborar en TU reino,
te ofrezco mis hijos, ayúdame a llevarlos a TI
te ofrezco mi familia, ayúdame a que TU crezcas en ella,
te ofrezco mis bienes, ayúdame a compartir con los que más lo necesitan,
te ofrezco mi oración, ayúdame a escucharte y estar atento a TU palabra,
te ofrezco mi comunidad, ayúdame a que sea testimonio de TU presencia en el mundo,
te ofrezco mis amigos, ayúdame a mostrarles TU amor,
te ofrezco mis compañeros de trabajo, ayúdame a verte a TI en ellos
te ofrezco mis penas, ayúdame a sufrir por TI,
te ofrezco mis alegrías, ayúdame a darte las gracias por todo cuanto me das.
Todo aquello que quieras TU, Señor, lo quiero yo,
precisamente porque lo TU quieres, como TU lo quieras y durante todo el tiempo que quieras.
Gracias por todo lo que me has dado y por todo lo que me pediste.
Gracias Señor, por la sonrisa de Tu rostro y por la mano amiga que me mantiene fuerte
Gracias por la soledad, por el trabajo, por las inquietudes, los temores, las dificultades y las lágrimas.
Gracias por todo lo que me acerca a Ti.
Todos
¡Gracias, Señor por nacer en nuestro corazón esta Navidad!
0 comentarios