¿Estamos dispuestos a trabajar por la justicia que se merece la persona que está en “el otro bando”?
La palabra reconciliar viene del latín reconciliare, que se forma con el prefijo re- y el verbo conciliare, vinculado al sustantivo concilium (asamblea, reunión, unión). Es así como reconciliare en origen es “hacer volver a alguien a la asamblea, a la unión y al acuerdo con otros”.
Es una llamada a volver a estar juntos. Pero ¿cómo es posible eso cuando nos hemos hecho daño?
La justicia y el camino hacia restablecer unas relaciones que nos lleven a la verdad y al reconocimiento del daño causado, son necesarios para conseguir la reconciliación.
No hay paz sin justicia, ni justicia plena sin perdón y restablecimiento de las relaciones.
¿Estamos dispuestos a trabajar por la justicia que se merece la persona que está en “el otro bando”? ¿O vemos sólo el daño que me ha causado?
Quizá esto me lleve a renunciar a algún derecho o privilegio adquirido, algo que considero como “normal” y me corresponde…
Anímate a dar un paso más en la reconciliación verdadera: ¡busca más a fondo cómo hacer justicia para que se pueda consolidar la paz y la reconciliación verdadera aunque esto me obligue a renunciar a lo mío!
Me parece estupendo, estoy consciente de que soy el otro del otro, razón por la cual intento relacionarme con los demás como me gusta ser tratada