
El biólogo Richard Dawkins impulsa una campaña publicitaria a favor del ateismo. Los autobuses londinenses llevan el eslogan “Dios probablemente no existe, deje de preocuparse y disfrute de su vida”. Resulta interesante el juicio que se encuentra en esta expresión. Cuando se dice “Dios probablemente no existe” en realidad se afirma que no se sabe si Dios existe o no existe.
Lo que más me llama la atención es que asocie la no existencia de Dios al disfrute de la vida. Dios y la creencia en Él no sólo no hacen que el hombre disfrute de la vida, sino que es el sentido por el cual el hombre alcanza la felicidad, que es su fin último. También me sorprende encarecidamente que un científico que considera la no existencia de aquello que no puede ser conocido empíricamente no sea capaz de demostrar mediante una fórmula que Dios no existe y tenga que exponerlo mediante un pensamiento “filosófico”. De todos modos es positiva la existencia de esta publicidad pues conducirá a las personas a reflexionar sobre su existencia y su devenir.
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