La hipoteca sube astronómicamente, los puestos de trabajo peligran y se han acabado las horas extraordinarias que redondeaban las nóminas. Para colmo de males los alimentos también se han contagiado de los precios y los medios de comunicación hablan de ascensos del 40% en algunos que conforman la base de la cesta de la compra. ¿Cómo alimentar a la familia cuando los gastos fijos se llevan el dinero que entra en la casa el primero de mes?
Una iniciativa austriaca me parece que merece la pena de imponerse en más sitios. Austria es uno de los países más prósperos de la UE pero tras esta fachada de riqueza se esconde otra realidad solapada, como en casi todos los países, la realidad de unas familias que sobreviven malamente.
Para ayudar a estos colectivos desafortunados varias organizaciones privadas han montado una cadena de supermercados “Vinzimarkt” que ponen a la venta los productos que han recibido un golpe o cuya fecha de caducidad está próxima y que las grandes cadenas de alimentación desechan. Los precios de estos productos, son un 70% menor que los habituales aunque el pan, que es del día anterior, se entrega gratis.
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