VEN

Querido Padre Bueno:
Ven a nuestra familia
a nuestra gran familia que es el mundo.
Pero no vengas solo.
Ven, porque faltas
si no acogemos a los rechazados;
ven, porque si en ella no caben
los jóvenes más desorientados,
Tú tampoco entras.
Así que, por favor, no vengas solo.
Ven, para que entren los que sufren la guerra;
Ven, con los niños que nada tienen.
Te lo ruego, no vengas solo.
Ven y haremos hueco a los drogadictos;
ven acompañado de inmigrantes;
ven junto a los presos de las cárceles…
Ven, no vengas solo.
Porque quien cabe en un pesebre,
cabe en la familia de los hijos tuyos.
Ven, Señor. Porque si Tú no vienes
con todos ellos, ¿quién podrá ayudarlos?

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