
En un país dividido al borde de la guerra civil, dos niños, Amir y Hassan, están a punto de separarse para siempre. Numerosas cometas, que participan en un torneo infantil, se cruzan en el intenso azul del cielo de Kabul. Pero después de ganar el torneo, la traición de un niño atemorizado pondrá en marcha los mecanismos de una catástrofe… y el comienzo de una búsqueda épica de la redención. Ahora, después de 20 años viviendo en Estados Unidos, Amir regresa a Afganistán, a pesar del peligro que supone el implacable gobierno de los talibanes, dispuesto a enfrentarse con los oscuros secretos que le persiguen y a reparar el daño que hizo.

Sin embargo, la situación afgana es sólo el contexto que rodea la trama personal del protagonista y no existe la más mínima implicación política, la más mínima profundización. Se rueda esta película porque el libro ocurre en Afganistán y el país está de actualidad, pero podría situarse en cualquier otro lugar y la película sería la misma, sólo que sin lo que la disfraza de significativa.
No en Afganistán
Que todavía hay mucho que hacer en Afganistán, un país que ha sufrido mucho por las diferencias étnicas, la invasión soviética, y el fanatismo talibán, lo demuestra a las claras el hecho de que el film no pudo ser rodado allí, sino en China, casi en la frontera con el país; tampoco se prevé a corto plazo el estreno de la película allí, por lo delicado del tema tratado. Además, los actores niños han tenido que ser desplazados a Emiratos Árabes una temporadita, para evitar que algún loco la tome con ellos por haber participado en el film.
Silvia Rozas cvx
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