La formación en CVX es esencialmente para la misión. CVX no desea formar personas que simplemente “hacen apostolado”. CVX quiere formar apóstoles. Formar personas que viven en misión, hombres y mujeres para los demás por amor a Jesús y que han sido llamados y responden a esa llamada desde el mundo y en el mundo: buscando a Dios en todas las cosas y llevando todas ellas a Dios. CVX desea formar comunidades apostólicas que comparten la responsabilidad de la misión; comunidades que tratan, con los medios ignacianos, de buscar y hallar la voluntad de Dios: los proyectos y los sueños que Dios tiene para la Iglesia y el mundo. Siguiendo a Jesús, pobre y humilde, la formación en la CVX es un proceso tanto personal como comunitario: de crecimiento en Él y de entrega generosa para amar y servir en todo.
La formación en CVX hoy supone pues, a nivel mundial, el reto de formar y formarnos para responder al Señor, según la llamada recibida, como un cuerpo apostólico que discierne, envía, acompaña y evalúa la misión. Es importante que seamos conscientes de que en este proceso de crecimiento, dinámico y vivo, estamos implicados todos los miembros de la comunidad mundial, cualquiera que sea el tiempo que llevemos en ella; todos estamos llamados a este proceso de conversión que, en palabras del P. Nicolás sj, nuestro Asistente Mundial, debe llevarnos cada vez más a ser comunidades proféticas en el mundo de hoy.
Continuará…
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