Experiencias de vida

Entrar en nuestras experiencias de vida desde una mirada contemplativa de la realidad.

Puedes compartir tu experiencia enviándola a espiritualidad@cvx-e.es

Miramos la realidad desde Aquel que nos mira con amor, con este Cristo roto y desvencijado con quien deseamos identificarnos, desde una mirada especial hacia los «rotos» de la sociedad.

 

A veces el paso del Señor es un susurro suave, apenas perceptible, que nos va enviando señales para que vayamos haciendo experiencia de Dios en toda nuestra realidad cotidiana.

Solo hay que tener ojos para ver y oídos para oír (Mt 13,9), porque muchas veces, aun teniendo ojos para ver, no vemos con toda nitidez cómo de cerca está el Señor; y aun teniendo oídos, no oímos sus llamadas continuas.

Y en este diálogo entre el Señor y cada uno de nosotros ante la realidad, hay interpelaciones que no nos van dejando indiferentes, que van transformando nuestra sensibilidad, y que nos van situando en un modo de mirar y oír. 

Estos diálogos hablan de encuentros que abarcan toda nuestra vida: de encuentros en momentos festivos y en momentos tristes; en momentos de nacimiento a una nueva vida; y en momentos de duelo y separación de lo que fuimos y vislumbramos de nuevo; en momentos de cosechar lo que sembramos y en momentos de plantar; en momentos de sanación de heridas; y en momentos de compartir vida, cercanía y ternura…

Compartimos aquellas vivencias que nos van hablando de encuentros con el Señor, de aquellos en que vamos descubriendo que el Espíritu pasa cerca de nuestra casa, le dejamos entrar y va transformando nuestra mirada, nuestra percepción. Vivencias que nos alimentan a todos como comunidad.

Algunas experiencias de vida

Danzar hacia el silencio

Dios se comunica a cada persona de una manera particular y diferente. Por ello, hay tantas maneras de orar como personas. La oración es un don del Espíritu. No es posible controlar como se relaciona Dios con nosotros, pero si podemos utilizar distintos métodos,...

Tocamos la flauta y no bailan, cantamos y no hacen duelo

¿A qué compararé esta generación? Se parece a unos niños sentados en la plaza que gritan a los otros: “Tocamos la flauta y no bailan, cantamos y no hacen duelo. Como amante del teatro, siempre me ha llamado la atención esta frase del Evangelio de Mateo. En ella, se...