INMIGRANTES, una OPORTUNIDAD para REVITALIZAR la IGLESIA

La llegada de inmigrantes a España ha ido adquiriendo una mayor intensidad en estos tiempos. Si en 1996 representaban el 1,37% (542.314) de la población, en 2007 ya reflejaron el 9,93% del total, al alcanzar la cifra de 4,48 millones. La magnitud de este flujo, que tiene como origen especialmente Europa (42,8%) y América (36,2%), está provocando numerosas transformaciones en diversos ámbitos de la realidad del país, desde la cultura hasta la economía. También en el plano religioso, donde la Iglesia en España ha encontrado la oportunidad de revitalizarse, al ser los recién llegados mayoritariamente católicos, aunque con diversas tradiciones y experiencias.
“La Iglesia vive, por encima de todo, las migraciones como una ocasión para vivir la catolicidad, no haciendo parroquias paralelas donde simplemente se coexista, sino buscando el verdadero encuentro”, explica Pilar Samanes Ara, secretaria general de la Comisión Episcopal de Migraciones de la CEE. Esta percepción integradora contrasta con la experiencia que se está produciendo en otros lugares como Gran Bretaña, donde los católicos polacos, por ejemplo, celebran sus propios ritos sin establecer apenas vínculos con los ciudadanos autóctonos.
“En este momento, lo importante es crear auténticas comunidades de fe, donde nadie se sienta extranjero y donde cada cristiano, sea inmigrante o autóctono, aporte su especificidad y se construya la Iglesia de todos, la de Jesús”, completa indicando cómo este reto pastoral “exige caminar desde actitudes de diálogo, empatía, hospitalidad y solidaridad”. Dentro de esta senda se enmarca el documento La Iglesia en España y los inmigrantes, aprobado por la XC Asamblea Plenaria de la CEE, donde la inmigración se contempla como una “oportunidad y una gracia”, a la vez que indica que “nadie puede permanecer ajeno ni indiferente a un fenómeno de tal envergadura”.

Tomado de Vida Nueva. Sigue leyendo…

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