“Nuestro instrumento para reconciliar es el discernimiento”.

San Ignacio propone una herramienta, el discernimiento, útil para la tarea de reconciliar, para transformar conflictos.

“Discernimiento” en el lenguaje común es la habilidad de juzgar sabiamente y ser capaz de escoger cuidadosamente entre muchas opciones aquella que nos lleva a ser plenamente felices. De tal forma que mi actuar no sea pura acción-reacción.

Cuando vives una situación de conflicto te sientes desasosegado, incómodo, triste. En ocasiones tendemos a pensar que nosotros tenemos razón y son los otros los que se equivocan, nos sentimos injustamente tratados… dar vueltas al problema no nos lleva a solucionarlo.

Plantea la situación viéndola desde fuera, como si fuera otra persona la que viviera esa situación. Busca sentirte indiferente ante la misma. Qué te entristece de la situación, dónde encuentras alivio para la misma, qué te da tranquilidad y qué te la quita. Anótalo. Ponte en los zapatos del otro. Esto te ayudará a ver el problema desde otra perspectiva.

Las situaciones no se resuelven de la noche a la mañana. Tu mirada sobre la situación es capaz de tener en cuenta otros puntos de vista y descubrir también tus planteamientos equivocados. Esto te ayudará a situarte de otro modo ante un conflicto, a no responder sin valorar la situación.

¿Cuál es tu instrumento de reconciliación?

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