Queridos amigos y amigas participantes en la VIII Asamblea de la Comunidad de Vida Cristiana de España:
Desgraciadamente no he podido estar con vosotros como os había prometido; lo siento muy de veras y agradezco vuestra comprensión. Sin embargo quisiera hacerme presente a vuestra Asamblea con estas líneas.
El deseo de esta presencia es un signo de las estrechas relaciones y la mutua colaboración entre la Compañía de Jesús en España, a la que represento, y la Comunidad de Vida Cristiana-España reunida en Asamblea; por lo que, en primer lugar, debemos dar gracias a Dios y, en esta expresión de gratitud está el compromiso de seguir buscando juntos nuevas oportunidades apostólicas para profundizar en este trabajo en colaboración por el Reino.
Desgraciadamente no he podido estar con vosotros como os había prometido; lo siento muy de veras y agradezco vuestra comprensión. Sin embargo quisiera hacerme presente a vuestra Asamblea con estas líneas.
El deseo de esta presencia es un signo de las estrechas relaciones y la mutua colaboración entre la Compañía de Jesús en España, a la que represento, y la Comunidad de Vida Cristiana-España reunida en Asamblea; por lo que, en primer lugar, debemos dar gracias a Dios y, en esta expresión de gratitud está el compromiso de seguir buscando juntos nuevas oportunidades apostólicas para profundizar en este trabajo en colaboración por el Reino.
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