ENTREVISTA a KIKE FIGAREDO sj

Miles de camboyanos padecen secuelas, tras tres décadas de conflictos. Una vez instaurada la paz, Camboya mira hacia adelante. A este objetivo contribuye Kike Figaredo, prefecto apostólico de Batambang, que trabaja en el pequeño país del sudeste asiático desde 1985 para mejorar la calidad de vida de los jóvenes refugiados víctimas de las bombas de racimo. Este proyecto cuenta con la colaboración del Programa de Cooperación Internacional de la Fundación “la Caixa”. Entrevista a Kike Figaredo.

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