“¿Me esfuerzo en crear relaciones justas a mi alrededor?”

Una de nuestras mayores aspiraciones en la vida consiste en vivir pacificados por dentro, superando los conflictos que surgen en ella. Pero superar los conflictos sólo será posible si nos esforzamos en crear relaciones justas a nuestro alrededor.

Si no hay justicia a nuestro alrededor resurgirán los conflictos, se reabrirán las heridas y volverá el dolor y el sufrimiento a nuestras vidas.

Para que la justicia se abra camino y se repare el daño injustamente causado es necesario el perdón. El perdón abre el camino a la reparación del daño causado, liberando a la persona violenta de su culpa, reconstruyendo su humanidad y poniéndola en disposición de vivir su vida desde el agradecimiento por haber sido perdonada, liberada.

Durante la semana tengo presentes a las personas que me han hecho daño y me pregunto si estoy dispuesto a darles una segunda oportunidad, perdonando.

“No hay paz sin justicia ni justicia sin perdón” (Juan Pablo II)

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