El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
El pasado sábado, la Comunidad de Caná celebró su asamblea anual, momento del curso en la que tratamos aquellos temas que nos preocupan, en los que necesitamos profundizar, o que van a ser hilo conductor a lo largo de todo el curso. En esta ocasión, destacamos el tiempo que dedicamos al Protocolo para el buen trato a la infancia y personas vulnerables frente a cualquier tipo de abuso, promovido con CVX-E, y que suscitó un debate sobre cómo nos compromete a todos a estar especialmente atentos y así, poder detectar posibles situaciones de vulnerabilidad de cualquier persona que participe de nuestra vida comunitaria.
Al finalizar la jornada, celebramos el compromiso temporal de José Antonio González y los compromisos permanentes de Jana Alonso, Paloma Guillem y Iosu Martínez, que fueron recibidos por Carles Alonso en representación del Consejo CVX-E.
Fue un momento para agradecer:
- Tanto amor recibido por Aquel que nos ha soñado tal y como somos, con nuestras alegrías y consolaciones, y también con nuestros momentos de duda, desasosiego y tibieza a lo largo de nuestro camino.
- Al Consejo Mundial y a CVX-E por cuidar de la comunidad apostólica, global y con sensibilidad para reconocer y acoger cada realidad, ayudándonos a acrecer en nuestro carisma específico, centrado en la experiencia de los Ejercicios como herramienta de discernimiento diario y donde Jesús nos sigue hablando a través del Espíritu en todo momento y lugar.
- A la Compañía de Jesús, por permitirnos compartir vida con tantos jesuitas que han pasado por CVX, y que nos han acompañado en nuestra vocación laical dentro de la espiritualidad ignaciana.
- A nuestra comunidad local de Caná, por acogernos a cada uno con nuestra historia particular, y caminar juntos con el deseo de ir descubriendo aquello que el Señor disponga para nosotros.
- Y, por último, agradecimiento a todas aquellas personas que, no siendo de CVX, nos han ayudado y estimulado en este camino para un mayor compromiso en la Iglesia y en el mundo, pues somos fruto de la generosidad de muchos.
No faltó la petición a la Comunidad para que nos siga acompañando en nuestra vocación mediante el discernimiento, el envío, el acompañamiento y la evaluación, para en todo amar y servir, y a nuestro Padre Dios que nos siga bendiciendo con su gracia, para impulsarnos a compartirla, y ofrecer al mundo una iglesia en la que caben todos, todos, todos.
También fue momento de agradecimiento a Íñigo, que cesa en su servicio de presidente y de envío a Juan, Luis y Laura, en sus responsabilidades de vicepresidentes de la comunidad, y a Judith por su nueva labor con la Archidiócesis de Madrid en temas de ecología.
Porque el Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
José Antonio González y Jana Alonso
Miembros de CVX Caná en Madrid
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