Coincidiendo con la fiesta de Pentecostés, la CVX de Valencia nos hemos congregado con ilusión, y llenos de alegría, para acompañar a Isabel, María y Mikel, de CVX Ignacio Ellacuría y CVX San Ignacio, en la celebración de sus compromisos permanentes.

“Al atardecer de aquel día, el primero de la semana…” nos hemos reunido en torno a Mikel, María e Isabel, que, movidos por el Espíritu, han expresado su compromiso permanente con CVX, asegurando que, como vocación específica, es la mejor manera que han encontrado para seguir a Jesús en sus vidas. Han reconocido el don y la llamada que el Señor les ha hecho a seguirle de este modo particular.

María ha manifestado que en CVX ha revivido su enamoramiento por Jesús. Ha destacado la riqueza de vivir la fe y la misión en una comunidad de vida. Ha reconocido que su vida está en Sus manos: “un amigo que no me juzga y me ama”. Y ha expresado su intención de poner su granito de arena en la trasformación del mundo, procurando… una vida al estilo de Jesús.

Isabel, por su parte, ha exclamado: “Sí, sí quiero” amarLe y servirLe. “Quiero seguir construyendo juntos el Reino de Dios: de amor, justicia…”. Para lo que sabe que no está sola, sino “muy bien acompañada”, tal y como ha declarado.

Por último, Mikel, se ha dirigido a Él, dándole gracias. Ha agradecido también aquella experiencia de Ejercicios Espirituales. Y ha destacado el carácter fuertemente apostólico de CVX, a la que ha agradecido los medios, las oportunidades y las sensibilidades, con un deseo expreso y profundo de seguir a Jesús.

Entonces, Francisca Signes, haciendo presente la CVX-E como miembro del Consejo Ejecutivo Nacional, ha formulado la «aceptación».

Tras la formulación de los compromisos, han ofrecido tres velas, simbolizando sus vidas, con sus luces y sus sombras, con sus alegrías y sus miedos, con sus dones y con sus dificultades, con sus familias, sus trabajos, sus campos de misión…. Y, a continuación, nos han invitado a cada uno a encender una vela y colocarla junto a las suyas; velas cada una de ellas diferente (azul, amarilla, roja, blanca), como distintas son las vidas de cada uno de los miembros de la Comunidad, sustentados por Su alumbramiento.

Agradecemos la vida compartida y la presencia amorosa de Dios.

¡¡Feliz Pentecostés!!

Rocío

CVX San Ignacio en Valencia