El pasado lunes 16 de mayo, desde el Equipo de Sociopolítica de CVX-España pudimos dedicar un rato a charlar con nuestro compañero Pablo Font, de la CVX en Sevilla. Acaba de sacar libro, “La batalla por el colapso. Crisis ecosocial y élites contra el pueblo”. Nos pone al tanto de cómo lleva las últimas semanas involucrado en la promoción del mismo y entramos pronto en harina. Es un tema complejo, que poco a poco nos va desgranando a base de preguntas e intercambio de ideas. Esto es lo que nos ha contado:
Pablo, ¿cómo explicarías a alguien que no sabe mucho sobre este tema, qué es la crisis ecosocial?
Se puede partir, en primer lugar, señalando que es una situación en la que el ecosistema global del planeta Tierra está desajustado o en desequilibrio. Nos enfrentamos a circunstancias que no son predecibles y, por lo tanto, no es fácil hacer proyecciones a medio y largo plazo. En segundo lugar, se trata de una crisis multidimensional, pues tiene varias caras (las más importantes se sintetizan en lo que se denomina los 9 límites planetarios). Por último, es una crisis que nos afecta directamente, es decir, afecta, además de a otras especies, al ser humano. El ser humano es un ser vivo que necesita unas determinadas características del entorno para poder vivir (condiciones de la atmósfera, la temperatura, la humedad, etc.). Por ello, no podemos estar ajenos a la misma, pues nos impacta directamente.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Desde que el ser humano lo es, influye en su territorio. Sin embargo, es a partir de la revolución industrial cuando impacta en la evolución del planeta a nivel geológico. Esto es muy importante. Desde este momento se dan pasos agigantados en este sentido, sobre todo por el empleo de los combustibles fósiles (carbón, gas y, sobre todo, petróleo) o de la energía nuclear. Se puede decir que ha venido ocurriendo en los últimos doscientos años. En el libro esquematizo en tres las grandes crisis ecosociales: el caos climático (matizando que no es cambio, pues es una emergencia y algo no controlado), la crisis de los recursos (los recursos materiales y especialmente los minerales y energéticos son limitados) y, por último, la pérdida de la biodiversidad (que puede estar detrás de las nuevas pandemias humanas).
¿Por qué es necesario algo más que tecnología para cambiar o revertir esta situación?
Existe actualmente una visión bastante extendida que cree, efectivamente que la tecnología puede cambiar o revertir la tendencia actual. Es lo que se llama las visiones tecno optimistas: la tecnología nos va a salvar. En este punto me gusta hacer referencia a dos cuestiones. Por un lado, la tecnología tiene limitaciones. Para su uso necesitamos fuentes de energía y no podemos pensar actualmente que los combustibles fósiles son infinitos. Además, las investigaciones actuales apuntan a que otras tecnologías alternativas son todavía muy experimentales y no sabemos cómo se podrán desarrollar. Y, por otro lado, el propio ser humano también tiene limitaciones. No estamos aquí hablando ya tanto de una cuestión técnica o científica, sino filosófica. El ser humano, a partir de la modernidad, se construye así mismo como un nuevo dios, que no tiene límites en su acción. Creemos que vamos a descubrir la energía perfecta (limpia, abundante, barata y sin efectos colaterales). Es una visión cuasirreligiosa: estamos incorporando las características de Dios a nuestras capacidades. Ya el papa Francisco en su encíclica Laudato Si’ habla, en esta misma línea, de la tecnocracia: tecnos o tecnología y cratos o poder y apunta a los peligros que puede tener y el cambio necesario de cosmovisión.
¿Por qué escribiste este libro?
Desde adolescente me ha interesado la ecología. En esa época estaba en un grupo ecologista vinculado a la JOC, la Juventud Obrera Cristiana. Me ha preocupado desde entonces este tema. Por otra parte, formo parte de la Universidad y siempre he creído que desde la Academia no podemos permanecer ajenos a los asuntos sociales y a lo que ocurre en la realidad. El problema más acuciante actualmente es éste. El papa Francisco también lo trata en sus encíclicas. Por último, también ser padre te hace preocuparte por el mundo que queremos dejar a nuestras hijas e hijos y a nuestros nietos.
Aparte de aportar información y hacer referencia a datos e informes, en el libro haces, sobre una base científica, un análisis profundo o una reflexión. ¿Es así?
Efectivamente. Trato de profundizar y lo hago desde un enfoque de filosofía política o sociopolítico. Normalmente todo lo que tiene que ver con cuestiones socioambientales y la crisis ecosocial se analiza desde la óptica de las ciencias naturales. Sin embargo, yo entiendo que es necesario un análisis multidisciplinar y, por ese motivo, trato de cubrir el espectro más sociopolítico. Es una visión más desde las humanidades. Hay que ver qué tiene que ver en todo esto la política, la acción de los sujetos colectivos, el punto de visto económico y social, etc.
En los medios de comunicación se abordan estos temas con más o menos profundidad y con enfoques diferentes según la línea del medio. ¿Cómo podemos interpretarlos o informarnos con ojos críticos?
En primer lugar, los medios de comunicación se preocupan de lo inmediato. Luego, en otro orden de cosas, hay poderes económicos que están detrás de los medios de comunicación convencionales y hay que ser conscientes de esto. Se puede saber cuáles son los accionistas de los medios, es algo público. A todo esto hay que añadir, que hay poco conocimiento sobre esta materia, tenemos poca formación. El lector en este sentido está un poco vendido frente a lo que nos cuentan. Es difícil ser crítico, por ejemplo, frente a un discurso tecno-optimista.
Yo trato de dar una clave de lectura en mi libro, que se puede extender a los medios y que consiste en diferenciar cuatro posiciones frente a la crisis ecosocial: la negacionista directa, vinculada al nacionalpopulismo, donde se alega que no hay ningún problema y que este asunto sólo vale para financiar chiringuitos; la segunda, es el capitalismo verde, que señala que tenemos un problema, pero también su solución, siendo además una gran oportunidad para hacer negocio; en tercer lugar, está el Green New Deal, que apoyan los socialdemócratas, para los que hay una oportunidad no tanto para hacer negocios, sino que rehacer el gran pacto social; la última plantea que tenemos un problema y actualmente no existe una solución (y que la tecnocracia no lo es), y aquí existen corrientes diversas (decrecentistas, ecofeministas, ecosocialistas, colapsistas…). Los medios de comunicación se encuentran en todo este abanico, pero lógicamente con más frecuencia en las primeras posiciones.
Por último y para finalizar, ante todo esto, nosotros, como cristianos, ¿qué podemos hacer?
Lo primero es tomar consciencia. Pero ya el segundo paso es organizarse, movilizarse socialmente. Nos va la vida en ello. En determinadas ocasiones las protestas y movilizaciones son necesarias. Además de la participación de creyentes en movimientos seculares, se han generado movimientos específicamente cristianos, como, por ejemplo, el Movimiento Cristiano por el Clima (Christian Climate Action). Laudato si’ ayudó en ese sentido. También otro ejemplo es el grupo de ecología que tenemos en la propia CVX. Ello muestra cómo los católicos tratan de dar una respuesta organizada. En otro ámbito, están las acciones personales o individuales, que suman y ayudan en la sensibilización, si bien son limitadas. Es bueno, por tanto, reforzar la visión comunitaria y colectiva. Las y los cristianos tendríamos que organizarnos más y tratar de incidir más como acción política. El papa en Fratelli Tutti nos invita en este sentido.
Por otra parte, podemos pensar cómo integrar en nuestra espiritualidad y en el mensaje de Jesús el regalo y la donación que es la vida y la creación (la casa común). Por último, como cristianos tenemos una responsabilidad específica que es construir esperanza, esperanza que no sea vana. Es algo que nos define y que es necesario aportar ante problemas tan complejos como estos, que nos pueden llevar al pesimismo, a una desesperación paralizante o a la evasión.
Muchas gracias, Pablo, por esta entrevista y mucho éxito con el libro.
Dejamos a continuación los próximos eventos en Madrid y Barcelona en los que estará Pablo promocionando su libro:
Presentaciones en Madrid:
Lunes 23 de mayo, 19:00. Lugar: Ecooo. C. de la Escuadra, 11
Martes 24 de mayo, 19:00. Lugar: Librería Muga. Av. Pablo Neruda, 89
Presentaciones en Barcelona:
Miércoles 1 de junio, 18:30. Lugar: Cristianisme i Justícia. Carrer de Roger de Llúria, 13.
Jueves 2 de junio, 18:30. Lugar: Lafede. Carrer de les Tàpies, 1.
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