Diversidad, don del Espíritu

Amas a todos los seres y no aborreces nada de lo que hiciste; pues, si odiaras algo, no lo habrías creado. Sab. 11,24

Acabamos de celebrar el Día del Orgullo con todas las manifestaciones que se han ido sucediendo a lo largo y ancho del Estado y de tantos otros lugares en el mundo.

En esta última semana de junio hemos visto en las calles carrozas llamativas, pero también personas que no llaman la atención, familias diversas y no diversas que, en clave festiva, han vuelto a reivindicar la riqueza de la diversidad.

Junto a estas marchas, que podemos considerar un signo del Espíritu y su riqueza, encontramos otras que parecen ir totalmente en contra y que en muchos casos se justifican como defensa de los valores de la fe:

  • en Italia se está anulando la práctica que algunos ayuntamientos (que se llevaba realizando desde 2017)  que permitían a parejas de mujeres inscribir como madres a los hijos gestados por una de ellas   
  • en Polonia se han creado “zonas libres de LGBT” , 
  • en países como Irán, Nigeria, Mauritania, Arabia Saudí o Yemen se condena con pena de muerte a las personas homosexuales,
  • en general, los obispos del continente africano no denuncian las leyes contra el colectivo en los más de treinta países que persiguen penalmente a personas LGBT. Recientemente la  Conferencia Episcopal de Uganda ha evitado pronunciarse ante una ley en la que se penaliza con la cárcel a cualquier persona, institución o medio de comunicación que promueva la homosexualidad,
  • Y en nuestro país crecen las situaciones de intolerancia, de violencia gratuita a personas que no reciben ayuda por parte de quienes son testigos, como sucedió en el metro de Barcelona donde un hombre golpeó violentamente a una mujer trans, o en el parque Warner en el que un grupo de más de diez personas atacaron a dos madres delante de sus hijos, 
  • Centrándonos en el mundo político, en un pueblo de Cantabria el concejal de cultura, de Vox, ha retirado la película Lightyear de la programación de cine de verano. Esta película ha sido censurada en países musulmanes porque aparece un beso entre dos mujeres.

El Papa Francisco ha afirmado en varias ocasiones que la homosexualidad no es un delito, y ha pedido a las Iglesias locales que se comprometan a combatir los códigos penales que criminalizan a muchas personas por su identidad sexual. CVX afirma que, como creyentes, no se trata sólo de combatir leyes sino también de denunciar estos comportamientos y discursos que criminalizan a personas por el simple hecho de ser y vivir su diversidad. En este sentido, la visibilización y el reconocimiento en las comunidades cristianas de estas personas es un paso fundamental para romper esta dinámica que pretende demonizarlas.

Es por ello que desde la CVX en España (junto a otros grupos católicos que sienten de este modo) queremos afirmar que seguimos, también hoy, apoyando la reflexión, la reivindicación y los espacios de libertad, espacios donde dejar hablar al Espíritu en su Iglesia, donde todas y todos nos sintamos reconocidos, acogidos, no juzgados y libres.

Consejo Ejecutivo CVX-E

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