Fuente de vida. Día 3 Asamblea

Ayer comenzamos nuestro tercer día de Asamblea; aunque nos parece que llevamos ya una semana aquí por la intensidad de lo vivido y sentido.


Desde el día anterior por la noche después del concierto-oración de Cristóbal Fones iniciamos un día de silencio. Un silencio exterior “alterado” tan solo por las chicharras que nos recuerdan el calorcito durante el día.


Ha sido un día de inflexión en la Asamblea, haciendo presente todo lo vivido hasta ahora, queriéndonos abrir a la escucha del Espíritu.


Como decían nuestras dos maravillosas guías (que voy a decir yo!) “desde el silencio queremos escuchar, hacernos disponibles, abrir nuestras puertas y dejar que el soplo del Espíritu se cuele, nos remueva y nos dejemos guiar por El”.


Un silencio que buscaba dos momento para el día; un primer momento para ir al interior de nuestro corazón para volver a encontrarnos con ese Dios que siempre está ahí esperándonos, sonriéndonos, acompañándonos. Un momento para volver a las mociones, en las que hemos sentido estos días mayor consolación o desolación (oración de repetición que tanto hemos experimentado en los E.E).


Un segundo momento, para seguir dialogando con el Señor, para ver cómo nos ve, qué espera de la CVX en España en este momento concreto, qué aportaciones podemos hacer, con qué estilo, con qué modos, con quienes…? Empezamos a mirar hacia el horizonte….


Ha sido un día también para descansar el cuerpo (que también se necesita), para contemplar a la Comunidad constituida en Asamblea (sus rostros, sus miradas….), para contemplar el trabajo silencioso del Consejo, de nuestras dos dos oficinas, de las guías, del staff….


A media tarde, nos invitaron a realizar el camino de Emaús, para compartir, con una persona que no fuera de tu comunidad ni de tu grupo de vida de la Asamblea, por donde nos había llevado Dios en este día de silencio y oración, qué mociones y llamadas nos habían surgido en la dimensión apostólica, comunitaria y espiritual.


Al finalizar el camino en mitad de la naturaleza realizamos una pequeña oración contemplativa en clave ecológica.


Para finalizar el día con una eucaristía, en un sitio privilegiado: un astillero en primera línea de playa. Allí nuestro asistente nacional Seve s.j. nos invitó a hacer una contemplación sobre el evangelio Lucas 5,4-11 , y qué mejor lugar para bogar mar adentro y echar las redes.


Seve nos invitó a ser discípulos y misioneros, a “soltar amarras “ y adentrarnos al mar en calma o en tempestad. Acabando el día con unos muy ricos y sabrosos espetos .


Javier Luna





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