CVX CON LA REVUELTA DE LAS MUJERES EN LA IGLESIA
8 de marzo, un día especial, el día internacional de la mujer trabajadora y lo celebramos bajo el signo de la pandemia. El Covid no es sólo una crisis sanitaria sino económica y el grupo más afectado es el de las mujeres. Las instituciones económicas nos dicen que en nuestro país se está produciendo un auge en la trata de mujeres (49% de mujeres adultas y 23% niñas) seguido por explotación laboral. En cuanto a conciliación laboral, el trabajo en el hogar recae en un 85% sobre las mujeres. Y aumenta la proporción de desempleo, de trabajo precario, a tiempo parcial o informal de las mujeres. Y en cuanto a las mujeres jóvenes, en el trabajo parcial duplican a los hombres ( 29,2% sobre 17%) y el paro femenino juvenil ha alcanzado el 40%.
Sin embargo no dejan de aumentar las voces, incluso entre personas creyentes, que afirman que el feminismo es innecesario, que sus reivindicaciones están más que superadas e incluso tratan de torpedear este movimiento con ese apelativo ofensivo de “feminazis” obviando que los nazis fueron un grupo de varones que desarrollaron una política claramente patriarcal, marcada por el uso y abuso del poder, algo muy alejado de lo que caracteriza a cualquier movimiento de mujeres o de lo que pretende.
No, digámoslo alto y fuerte. Las mujeres todavía tienen un largo camino para alcanzar una sociedad igualitaria y justa y si se han alcanzado derechos ha sido ha costa de sacrificios y esfuerzos de las que nos precedieron.
Y la Iglesia también está lejos de ser un signo del Reino para la sociedad en este ámbito; por ello, las mujeres creyentes tenemos que alzar la voz en nuestros barrios, trabajos, familias,… y en nuestra Iglesia, en nuestras comunidades cristianas, en nuestras parroquias.
Por amor y pertenencia a esa misma Iglesia, asociaciones de mujeres, comunidades cristianas o mujeres independientes de parroquias) pusieron en marcha el año pasado la “Revuelta de las Mujeres en la Iglesia” (Alzem la Veu, en Catalunya) que se ha organizado para generar acciones que favorezcan la transformación de la Iglesia.
Numerosos grupos se pusieron en marcha en diferentes ciudades del territorio español; en el Sur dos compañeras de CVX decidimos que podíamos invitar a otras mujeres de CVX Andalucía y Canarias a participar de un modo más visible en este movimiento, así que lanzamos una propuesta: quien quisiera podía hacerse un vídeo explicando por qué se unía a la Revuelta.
Con las respuestas montaríamos un proyecto conjunto para compartir nuestras aportaciones.
Nuestras compañeras nos han hecho llegar muchos más vídeos de los que esperábamos, así que hemos recogido sólo uno por cada comunidad que ha participado; ha habido algunas que no se han animado, porque lo de mostrarse en público cuesta, pero no es un problema. Aunque no esté físicamente sabemos que somos la mayoría las que estamos implicadas en un cambio que ayude a nuestra Iglesia a reconocer el papel de la mujer en su seno y se decida a darnos la voz y el voto que ayuden a caminar decididamente en la construcción de la comunidad de iguales que quiso Jesús.
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