El pasado sábado 25 de marzo, toda la comunidad mundial de CVX celebrábamos nuestro día y así lo vivimos en diferentes lugares del mundo. Además de poder participar en la oración online organizada por la CVX Asía-Pacífico, hubo celebraciones y encuentros locales (Noroeste, Valencia, Cataluña, Loiola, Salamanca y Andalucía y Canarias), también haciéndolo coincidir con compromisos permanentes de varias personas
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Celebración del Día Mundial de CVX y de los 40 años en Málaga
A la vez celebrábamos el segundo de los eventos programados para la festejar los 40 años de la CVX en España, compartiendo una jornada de convivencia y encuentro en Málaga, con mas de 100 personas entre adultos y niños.

Día Mundial en la CVX y Asamblea de la territorial Noroeste
El pasado sábado, 18 de marzo, nos reunimos en “nuestra casa” de Celorio unas 34 personas. Lamentablemente, algunos compañeros no pudieron acercarse y compartir este momento bonito de encuentro, de celebración, de risas, de sentirnos Comunidad. Les echamos mucho de menos…

Día Mundial en Salamanca
El pasado sábado fue un día para dar gracias, para encontrarnos y para celebrar algo que va más allá de nuestra pequeña realidad local. Como cada 25 de marzo nos juntamos, en este pequeño rincón del mundo, para celebrar el Día Mundial CVX.

Celebración del Día Mundial de CVX y compromisos permanentes en Cataluña
El pasado sábado 25 de marzo nos juntamos en Manresa para celebrar en Día de la CVX.
Allí nos reunimos unos 90miembros de todas las comunidades de Cataluña: Sagrada Familia, Berchmans, Fòrum Joves, Pere Favre y La Vinya-Galilea de Barcelona, y Xavier de Lleida.

Día Mundial de CVX en Valencia
Miembros de las CVX Ignacio Ellacuría y San Ignacio, de Valencia, se reunieron el domingo en una eucaristía conjunta en el Centro Arrupe para conmemorar la Encarnación, nuestro Día Mundial. Es una fiesta verdaderamente central en nuestra fe. La confianza de María permitió que el Señor hiciera en ella maravillas.
Compartimos aquí el siguiente texto, que enmarcó la celebración:
Se puede estar de parte del sepulcro o se puede estar de parte de Jesús. Hay quienes se dejan encerrar por la tristeza y quien se abre a la esperanza. Hay quienes se quedan atrapados en las ruinas de la vida, y quienes, con la ayuda de Dios, reconstruyen con paciente esperanza. Nosotros también estamos invitados a decidir de qué parte estar. Sí, porque cada uno de nosotros tiene un pequeño sepulcro, un área un poco muerta dentro del corazón: una herida, un mal sufrido o realizado, un rencor que no amainó, un remordimiento que regresa constantemente, un pecado que no se puede superar. Es extraño, pero a menudo preferimos estar solos en las grutas oscuras que llevamos dentro, en vez de invitar a Jesús, el que nos dice: “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.” (Mt 11:28). El Evangelio nos invita a no dejarnos aprisionar por la tentación de quedarnos solos y desesperanzados sintiendo lástima por nosotros mismos, por lo que nos sucede. Esta es la atmósfera del sepulcro. El Señor, en cambio, quiere abrir el camino de la vida, de la resurrección del corazón, la vía del “¡Levántate!”. Y Él está al lado nuestro para hacerlo. Sentimos entonces, dirigidas a cada uno de nosotros, las palabras de Jesús a Lázaro: “¡Sal!”: sal del atasco de la tristeza sin esperanza; disuelve las vendas de miedo; los lazos de las debilidades y de las preocupaciones. Hoy como entonces, Jesús nos dice: “Quítate la piedra.” Siempre habrá problemas, siempre. Pero, en el seguimiento de Jesús, aprendemos a no atar nuestras vidas en torno a cuestiones que se enredan. Y encontramos una nueva estabilidad: Jesús mismo, que es la resurrección y la vida. Con Él la alegría habita en el corazón, la esperanza renace, el dolor se transforma en paz, el temor en confianza, la prueba en ofrenda de amor. Y aunque los pesos no faltarán, sabremos que siempre estará su mano que levanta, su Palabra que alienta y nos dice: “Sal, ven a mí. Y no tengas miedo.” (de una homilía de Papa Francisco – Carpi, 2017).

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